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jueves, 2 de agosto de 2012


TARIFA SALADA

Bellas sedas azules que agita el viento,
las gaviotas ya vuelven a su pesca,
su canto ya presente anima,
y poco a poco la marea me roba el alma.

Enamora para matar, está echa de sal,
así escuecen las heridas mojadas,
y las brechas que con afilados cantos
hiciste en mi corazón brotar.

Tan despiadada y tan... marina,
no hay adjetivo, no hay descripción posible,
como ayer me mató y hoy quiero volver,
para otra vez asesinarme, irme y regresar otra vez.

¡Qué lejos estás! ¿Por qué me ahogaste en tu encanto?
Tan finas sus sedas azules, completa de lentejuelas
de todas variantes, parece una mercería salada,
o el vestuario de un palacio real.

Quiero volver, quiero dejarme arrastrar en sus caricias,
al Estrecho, cerca África, las aguas que más me arrastran,
que no hay más bellas playas que las de Tarifa allá.

SOLO PIDE

Me pareces tan imposible de alcanzar,
una niebla de sal y sangre,
te encontré navegando, pidiste y perdí,
perdiste y volviste a pedir.

Ya no, de tus labios no brotan caprichos,
tampoco verdades, inalcanzables ellos,
solo contesta, solo habla, solo me siento,
solo di, solamente pide.

Te daré la luna y podrás comértela, si deseas,
te daré las siete maravillas guardadas en tu bolsillo,
te traeré una vida angustiosa o feliz,
pero para eso solo tienes que pedir.

Pero no te engañes, yo sacrificaré,
y quizás no alcance mi meta como esperas,
pero solo pide, no me abandones,
y yo te lo daré.