Ya prepara las municiones la asesina,
se viste de la crueldad
para lucirse la verdad,
¡atención, que a punto está!
Su armadura, unas insignificantes palabras,
tan afiladas, tan cortantes...
que hacen sangrar hasta el último capilar,
y estremecerse hasta el último pelo.
Ya dicha está, acaba de matar,
pobre persona que a la verdad se tenga que enfrentar;
y es que es capaz de parar al universo,
y verás que la mentira no llega a ser algo ante ella.
Dolorosa y cruel, el arma más peligrosa,
la vida que imposible se hace,
nos la planteamos pero por ella,
mejora la persona nuestra.
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