No olvides ni trates de olvidar,
mientras escondes el filo,
no te escondas en la niebla,
y la espada vuelves a empuñar.
No olvides ni trates de olvidar,
alzas la mirada común al arma,
no vendas tus ojos del color del mar,
repito y rozando mi pecho está.
No olvides ni trates de olvidar,
se hunde y te regalo un dolorido vino,
no huyas de la historia,
que me acabas de matar.
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